Mientras los representantes de las Confederaciones Hidrográficas y de las autonomías se dedicaban a exponer sus propuestas sobre los planes hidrológicos en la Jornada organizada por el MIMAM para debatir sobre el Proceso de Participación Pública en los Planes Hidrológicos de Cuenca, los asistentes pudieron contemplar con toda crudeza qué diferencias tan enormes se están abriendo en los criterios de la política hidrológica en las diferentes cuencas, tanto intercomunitarias como intracomunitarias españolas. Lo que en el Cantábrico es de una forma, en el Duero o Segura es de otra, y en las Cuencas Andaluzas de una manera completamente distinta.
La unidad y la cohesión de la política de aguas en España se resquebraja, y no es una exageración: es una evidencia enorme, manifiesta en la distancia sideral de criterios entre unas cuencas y otras. Según el criterio de cada Cuenca, la recuperación de costes es de una forma o de otra, e igual la aplicación de los objetivos medioambientales, la participación e implicación de los regantes, o las dotaciones para riego.
La unidad y la cohesión de la política de aguas en España se resquebraja, y no es una exageración: es una evidencia enorme, manifiesta en la distancia sideral de criterios entre unas cuencas y otras. Según el criterio de cada Cuenca, la recuperación de costes es de una forma o de otra, e igual la aplicación de los objetivos medioambientales, la participación e implicación de los regantes, o las dotaciones para riego.
